¿Qué vas a cocinar hoy? Seguro que en ese menú que has pensado no faltan los ajos ni las cebollas. ¡Pues esta vez no tires sus cascaras!
Utilízalas para crear un fertilizante orgánico rico en potasio para todas tus plantas que crecen en interiores o exteriores. Su uso aumentará su resistencia a enfermedades, crecimiento, tallos fuertes y productividad. Este fertilizante de piel de cebolla también será rico en calcio, hierro, magnesio y cobre.
En este video Javier de Huerto Adictos explica muy bien cómo hacerlo y aplicarlo después con el nuevo pulverizador eléctrico de Matabi.
Otras formas menos comunes de hacer crecer tus hortalizas
Son muchos los abonos caseros que podemos hacer para beneficiar el crecimiento de nuestras hortalizas, pero no todos los abonos están hechos para todo tipo de personas. ¿Con cuál de estos de la siguiente lista te atreves?
1) Algas marinas
¿Aún no te has dado el primer baño del año? Son pocos los atrevidos que lo hacen en esta época del año, pero si te atreves aprovecha la oportunidad y hazte con unas algas para tu huerta.
Las algas tienen propiedades muy beneficiosas para el suelo. Contienen oligoelementos y en realidad sirven como fuente de alimento para los microbios del suelo. Pica un balde pequeño de algas y agrégalo a 18 litros de agua. Déjelo reposar durante 2-3 semanas cubierto sin apretar. Úselo para empapar el suelo y el follaje. 2 tazas funcionan bien para una planta pequeña, 4 tazas para plantas medianas y 6 tazas para una planta grande. No tengas miedo, experimenta con las cantidades. Y si además combinas las algas con otros fertilizantes los resultados de tu huerta serán óptimos este año.
2) Comida de perros y gatos
Si tienes mascotas no pierdas esta oportunidad. Si tu perro o gato es de los que deja algo en el plato vete guardando todas las sobras en un envase de plástico. Su alimento contiene proteínas y micronutrientes muy beneficiosos para el suelo. Cuando ya tengas suficiente comida, coge un recipiente grande y mézclala con tierra y agua. Una vez esté bien mezclado cúbrelo con un cartón y unos agujeritos para que respire y ahora solo tocaría dejarlo reposar unas tres semanas. En este periodo el compostaje que acabas de elaborar con los restos de la comida de tu perro de descompondrá y ahora solo tendrás que estrujarlo para sacarle todo el jugo a la mezcla y diluirlo así en agua para poder aplicar en tus hortalizas.
Aplícalo en la tierra con cualquiera de nuestros pulverizadores y en pocas semanas comenzarás a ver los primeros resultados.
3) Emulsión de pescado
Si no te asustan los olores fuertes este es tu fertilizante.
Hacer tu propio fertilizante de emulsión de pescado puede parecer una tarea un tanto desagradable, pero si te ves capaz de tolerar el olor merece la pena intentarlo.
Este abono natural, tiene un alto contenido de nitrógeno orgánico, fósforo soluble y potasio, por lo que devuelve los micronutrientes al suelo y lo reconstruye constantemente.
Su elaboración no tiene ningún misterio. Con tres ingredientes basta. Solo necesitas una parte de pescado fresco, tres partes de aserrín, una botella de melaza sin azufre y finalmente será necesario agregar un poco de agua. Coloca la mezcla en un recipiente grande con tapa, revuelve y gira diariamente durante aproximadamente dos semanas hasta que el pescado se descomponga.
Una vez pasado el periodo de descomposición no tienes más que colar la emulsión y guardarla en un recipiente (preferiblemente de cristal). Ahora ya solo es cuestión de escoger el pulverizador que mejor se adapte a tus necesidades y verter una cucharada de emulsión por 3,5 litros de agua.
Una vez lo tengas listo en tu Matabi pulverízalo directamente sobre las hojas de las plantas y alrededor de la base.
¿Con cuál de estos abonos naturales te quedas?
Fuente vía: Homegrownfun y Gardeningknohow