Las campanas cónicas y rectangulares son un accesorio imprescindible para nuestros pulverizadores, en tratamientos herbicidas.
Nos ayudan a que las aplicaciones estén focalizadas al pie de los cultivos o plantas que nos interesen, creando una barrera física y evitando que el producto dañe los cultivos y plantas cercanas. Nos da la capacidad de controlar las malezas que germinan al lado del cultivo; éstas son las más perjudiciales, ya que compiten en espacio, luz y nutrientes directamente.
Además, contribuirá en la disminución de la deriva al aplicarlo ante situaciones de viento, ahorrando producto y favoreciendo la precisión y eficacia de la pulverización.
La campana cónica está equipada con boquillas de hasta 80 grados y la rectangular, con boquillas de hasta 100 grados.
Las cónicas, son idóneas para las malezas pequeñas en espacios reducidos donde tengamos que maniobrar con la lanza.
Las rectangulares, son utilizadas en cultivos de hileras, por ejemplo con pimientos, tomates o berenjenas, u otras especies de plantas de gran tamaño. Pueden ser usadas cuando la maleza es más agresiva ya que están equipadas con boquillas de mayor descarga (1.2 litros por minuto).
Se coloca en la punta de la lanza para su cómoda utilización y es adaptable a cualquier tipo de pulverizador, de previa presión y presión retenida (mochilas).
Debemos tener en cuenta que la campana limita la visión en la aplicación, por lo que no es recomendable elevar la lanza, ya que la deriva del producto alcanzaría otras plantas. Para evitar esto, Goizper equipa sus pulverizadores con lanzas telescópicas y una variedad de alargaderas (cuádruple delantero).