La mosca blanca es un pequeño insecto volador que se alimenta succionando la savia de las hojas, dañándoles y debilitando la planta. Lo individuos adultos son de color blanco, de aspecto ceroso, y pueden tener manchas oscuras en las alas. Tienen una alta capacidad de moverse, por lo que en breves periodos de tiempo pueden llegar a afectar a un gran número de plantas.
Sin embargo, los daños más importantes en las plantas los causan las ninfas, de aspecto ovalado e inmóvil, quienes casi siempre se encuentran en el envés de las hojas.
En la mayoría de los casos es la fauna auxiliar la que se encarga de mantener las poblaciones de estos insectos en niveles que no son preocupantes, pero cualquier desequilibrio en la biodiversidad de nuestro jardín o huerto puede ocasionar la aparición de ésta y otras plagas.
La aparición y desarrollo de la plaga de mosca blanca se ve favorecida en las siguientes situaciones:
- Ambiente cálido y seco
- Exceso de polvo en la zona y sobre las plantas
- Presencia de hormigas en la planta, las cuales se alimentan de la melaza que excretan las moscas blancas y las protegen de sus enemigos naturales.
- Reducción de la presencia de enemigos naturales de la mosca blanca como consecuencia de un desequilibrio en la biodiversidad. Esto se debe en muchas ocasiones a un uso indiscriminado de pesticidas, por lo que se deberá prestar muchísimo cuidado a la hora de aplicarlos, para hacerlo de una forma eficiente y segura.
SÍNTOMAS
- Amarilleamiento de las hojas, decoloración y finalmente sequedad y caída.
- Aparición de una sustancia pegajosa y brillante (melaza) que excretan los propios insectos. Sobre esta melaza se asienta el hongo llamado Ne
grilla
CONTROL
Dada la alta movilidad de esta plaga puede suponer un grave problema en poco tiempo, por lo que es de vital importancia su temprana identificación y control. Para ello puede ser interesante la realización de monitoreos de forma sistemática.
- Una forma sencilla de detectar su presencia es mover las hojas de la planta y observar si revolotean numerosas moscas blancas por alrededor.
- Utilización de trampas cromáticas amarillas tanto para monitoreo como para ejercer un control parcial.
- En caso de plantaciones de bajo techo, usar cerramientos adecuados (mallas, doble puertas, etc.) para evitar la entrada de la plaga desde el exterior.
- Eliminar las malas hierbas y restos de cultivos ya que pueden actuar como reservorio de la plaga.
- Realizar podas de limpieza periódicas, especialmente si aparecen plantas afectadas, eliminando el material vegetal afectado.
- Los individuos adultos pueden eliminarse rociando agua sobre las zonas afectadas, pues prefieren los ambientes secos.
REMEDIOS NATURALES
- Jabón potásico: actúa sobre el exoesqueleto de los insectos, reblandeciendo la cutícula que los recubre. Además, aumenta la efectividad de los tratamientos que se apliquen posteriormente.
- Aceite de neem: Tratamiento muy eficaz para combatir la mosca blanca, así como otras muchas plagas del huerto. Es especialmente efectivo si se aplica después del jabón potásico. El aceite de neem refuerza el sistema inmune de las plantas.
- Control biológico: Hay dos tipos:
Encarsia Formosa son insectos beneficiosos que acaban con determinadas plagas. Pueden venir como larvas o como individuos adultos, y deben soltarse junto a las plan
tas afectadas siguiendo las instrucciones dadas por el fabricante.
Verticillium lecanii es un hongo que viene en polvo (esporas). Debe mezclarse con agua (siguiendo las instrucciones que vienen en la etiqueta) y pulverizarse por las plantas afectadas, cubriendo bien tanto el haz como el envés de las hojas.
- Insecticidas sistémicos en pulverización mojando bien el envés de las hojas, donde están localizadas las larvas. Hay que tener presente que la mosca blanca es difícil de controlar exclusivamente con insecticidas.
Tratar sólo cuando los efectos superen el umbral de daños y no de forma sistemática. Favoreciendo la biodiversidad, reduciendo costes y evitando la aparición de resistencias.