En otoño, todo se viste de naranja. Los bosques, los jardines, los atardeceres y ¡Cómo no! esos campos americanos que aparecen en las películas repletas de calabazas.
Se acerca Halloween y muchos necesitan tener listo su Jack O’ Lantern para la fecha. Pero la calabaza no es una hortaliza que se cosecha en otoño por casualidad. Es su momento óptimo para ser recogida, ya que es en esta preciosa estación cuándo alcanza su madurez.
¿Cómo se que están ya listas para recogerlas?
Si queremos tener calabaza para una buena temporada habrá que tener muy en cuenta el momento de recogerla. Si la recolectamos antes de tiempo, la conservación de la misma no será tan larga, sin embargo, cosechándola en el momento adecuado hará que tengamos calabaza durante los próximos seis meses.
Identifica las cuatro señales para cosecharla
- El secado de hojas
- Cambio de color: Se pondrá de un naranja muy vivo y uniforme
- La piel se endurece
- El péndulo se seca
Cuatro señales muy fáciles de identificar, ¿Verdad? Ahora toca cosecharla. Para ello cogeremos un corta ramas y le haremos un corte en la parte del peciolo, esa parte que engancha la calabaza con la planta madre. Es muy importante cogerla del peciolo para que se conserve perfectamente.
¿Y ahora dónde las almacenamos?
Para conservarlas las vamos a colocar en un lugar fresco y seco donde no vaya a haber incidencia de las heladas. Una fresquera, un garaje o un almacén bien ventilado sería lo ideal. Incluso bajo una tejavana en el propio huerto se conservarían bien, eso sí, siempre a la sombra.
Por último, recuerda echarles un vistazo periódicamente, ya que si una de ellas comienza a pudrirse, habrá que retirarla inmediatamente antes de contagie a las demás.
¡A recolectar calabazas se ha dicho!