Puede parecernos una idea de la nueva cocina de vanguardia, pero desde hace siglos, diferentes pueblos y culturas han hecho uso de las flores en su gastronomía, como pueden ser la cocina romana, griega o hindú. En China, utilizaban la flor de loto, magnolia o jazmín y en Japón, el crisantemo.
Las flores son una muy buena opción para añadir color, sabor y fragancia a nuestras comidas y bebidas, pero tenemos que tener en cuenta que solo debemos de consumir las flores que conozcamos y tenga identificado su lugar de procedencia. Que no sean toxicas o contengan algún tipo de pesticidas o fertilizantes. A continuación, os transmitimos unos pequeños consejos y algunos ejemplos de flores que se pueden ingerir.
Consejos:
- Lo primero de todo, asegurarnos que conocemos la flor y que este no lleva ningún pesticida. Si tenemos alguna duda, la descartaremos.
- Solo se usan los pétalos, desecharemos el pistilo y la base blanca de los pétalos.
- Escogeremos las que estén en perfecto estado y las que tengan el mejor olor.
- Las lavaremos a conciencia con agua fresca y teniendo mucho cuidado en no estropear los pétalos.
- Para secarlos, podremos colgarlas por el tallo o las secaremos con papel.
- Se estropean con facilidad, por ello, lo mejor será recogerlas el mismo día que queramos comerlas y solo la cantidad requerida.
- Sí queremos conservarla el máximo tiempo posible, las pondremos en un paño húmedo y las guardaremos en un tupper para que no les dé la luz.
Flores comestibles:
- Amapola: Se usa las semillas para aromatizar pasteles y pan. Las hojas, cocidas o en ensalada. Los pétalos para aromatizar el vino y para hacer aceite para aliños o cocinar.
- Capuchina: Sabor levemente picante. Para ensaladas o con legumbres, patatas arroz o sopa. Flores muy decorativas. Combina bien con el perejil.
- Caléndula: Sabor parecido al azafrán, un poco amargo, con toque picante. También llamado el azafrán de los pobres, porque se utilizaba con el arroz, como colorante y condimento. Los pétalos frescos en ensalada. También apto para aromatizar caldos, bebidas o postres.
- Flor de jazmín: Sabor dulce y aroma intenso. Para infusiones, pero también muy adecuado para acompañar a la carne (especialmente aves) o pescado. En la cocina árabe se utiliza en los postres y su té también es conocido.
- Flor de rúcula: Sabor ligeramente picante, de color amarillento. Adecuado para añadir a las ensaladas.
- Violeta: Sabor dulce, perfumado y floral. Tanto frescas como secas o confitadas. Con endibias o como relleno de tortillas. Para repostería, pastelería, mermeladas, compotas, infusiones, sopas, ensaladas o bebidas. En helados y sorbetes se usa por la intensidad de su perfume.
En el próximo post os traeremos más ideas de flores comestibles.
Fuente: el hogar natural.