Labrar la tierra según las fases lunares es una idea que lleva entre nosotros desde que comenzamos a cultivar nuestros propios alimentos. Últimamente este modus operandi se está volviendo a recuperar gracias al movimiento de permacultura, una filosofía de trabajar con, en lugar de en contra de la naturaleza.
Pero ¿cómo puede un satélite natural situado a más de 200.000 millas de distancia de nosotros afectar en el crecimiento de las plantas en la Tierra?
Pues es que la luna, al igual que desplaza el agua de los mares provocando las mareas, también ejerce una gran influencia sobre nuestros cultivos: Si las mareas son más altas durante las fases de luna nueva y completa, en estas mismas fases las semillas también absorben una mayor cantidad de agua.
A continuación, os dejamos una lista de tareas según las características de cada fase lunar para que le saquéis un mayor rendimiento a vuestras huertas:
LUNA NUEVA
Es un periodo de reposo, puesto que se da un crecimiento muy lento de raíces y hojas. Un momento idóneo para preparar el terreno y eliminar las malas hierbas.
CUARTO CRECIENTE
En esta fase, la savia sube por los tallos, por lo que es una etapa perfecta para sembrar hortalizas y verduras como coliflores o brócolis tanto como para plantar tomates, pimientos o calabacines.
Aprovecharemos también esta fase lunar para abonar verduras, cosechar frutas, hortalizas y cebollas.
LUNA LLENA
La savia se concentra en las hojas de las plantas. Es un buen momento para realizar esquejes e injertos.
CUARTO MENGUANTE
Cuando la luna está en esta fase, la savia baja hacia la parte subterránea de la planta por lo que es perfecto para sembrar hortalizas de los que nos comemos sus raíces como ajos, cebollas, patatas, rabanitos, nabos, zanahorias…
Dicen que los viejos métodos nunca fallan, ¿Te atreves con el Moon Gardening?
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Fuente vía: Farmers Almanac, The Microgardener y Un huerto en mi balcón