PUDRICIÓN DE CUELLO Y RAÍCES (PHYTOPHTHORA)

Este hongo puede afectar a todo tipo de plantas, sean leñosas o herbáceas, y suele ser fácil identificarla, ya que, aunque reguemos las plantas seguirán secas y no mejoraran con el aumento de riego.

Esta enfermedad aparece principalmente como consecuencia de un riego excesivo y por un mal drenaje que hace que la zona permanezca encharcada.

En caso de detectar la presencia de este hongo, deberemos deshacernos de las partes afectadas (o incluso de la planta entera en casos más graves) para evitar el desarrollo de la enfermedad en otras plantas.

Este hongo se transmite de diferentes formas:

    • A través de salpicaduras por agua lluvia o de riego.
    • Por movimientos de agua tanto en superficie como bajo tierra.
    • Por movimiento de suelo contaminado (especial cuidado con herramientas y calzado contaminado)
    • Por traslado de material vegetal contaminado a zonas libres de este hongo.
    • Aquellas plantas que se encuentran en las zonas con peor drenaje son las que más sufren los síntomas.

SÍNTOMAS

  • Las hojas parecen afectadas por sequía, a pesar de estar suficientemente regadas.
  • Las hojas adquieren un color verde oscuro, amarillento o incluso en algunos casos rojizo o purpúreo.
  • Los síntomas aparecen en primer lugar en tallos o ramas aisladas, expandiéndose luego al resto de la planta.
  • La base del tronco y las raíces más superficiales desarrollan manchas oscuras, en ocasiones acompañadas por gomosis y chancros.
  • La corteza puede mostrar zonas de color rojizo, tanto en su parte exterior como en su cara interior.
  • En caso de observar hongos o crecimientos filamentosos en la madera de la planta afectada probablemente nuestras plantas no estén sufriendo un ataque de Phytophthora, sino de algún otro hongo.

CONTROL

No existe en la actualidad ningún tipo de producto que pueda controlar ni curar los síntomas provocados por este hongo, por lo que todo el control relacionado con esta enfermedad se basa en la prevención, especialmente con un buen manejo del riego y del sustrato

PREVENCIÓN:

  • Evitar presencia de agua estancada y de encharcamientos prolongados en las bases de los árboles.
  • Ajustar los aspersores u otros sistemas de riego para que éstos no mojen el tronco, de modo que la planta se mantenga seca y solamente se moje el suelo.
  • Comprobar que el drenaje de nuestro jardín o huerta es el adecuado.
  • En caso de que nos resulte imposible evitar encharcamiento en nuestra huerta, recurrir a los lechos elevados, evitando el exceso de agua en el sustrato.
  • Agrupar las plantas según sus necesidades hídricas, de modo que se les pueda dar a cada uno de ellos un riego acorde a sus requerimientos.
  • Evitar que haya carencia de agua entre riegos, procurando que estos sean cortos pero frecuentes.
  • No trasplantar los árboles a una profundidad excesiva. Procurar que queden a la misma profundidad a la que estaban en la maceta, quedando la primera de las raíces lo más cerca posible de la superficie del suelo.
  • En caso de detectar la enfermedad de forma temprana en árboles, se puede evitar su muerte si se eliminan las partes de corteza afectada (siempre que no sea excesivamente grande). Favoreceremos el drenaje y aireación de las partes afectadas y quitaremos la tierra cercana a ellos.