Agosto tiene fama de ser el mes más caluroso y si es verdad que las temperaturas se mantienen elevadas, pero las horas de sol van disminuyendo poco a poco. No nos debemos olvidar de las posibles tormentas de verano, tan típicas de este mes. Tendremos muchos cultivos por cosechar, pero también tareas de sembrado de hortalizas de otoño. Controlar el riego seguirá siendo vital y estaremos atentos para prevenir y controlar las posibles plagas y enfermedades.
Como hemos apuntado antes, habrá una gran variedad de verduras que cosechar, como pueden ser calabacines, lechugas, maíz, cebollas, pepinos, berenjenas, patatas, tomate, pimientos, acelgas, melones, sandías o coliflor. El desarrollo final de algunos cultivos suele ser muy rápido, así que echaremos un ojo a nuestras hortalizas a diario; puede que tengamos recolección todos los días.
Será hora de recolectar peras y ciruelas y tendremos especial cuidado en el regadío de los cítricos.
Al igual que los cultivos, las malas hierbas también aceleran su crecimiento en esta época del año. Por ello, también tendremos que controlarlos casi a diario e ir haciendo un desbrozado para evitar una posible invasión. El acolchado nos ayudara a controlar su crecimiento.
A finales de mes empezaremos a sembrar verduras para el otoño, estas son algunas de las opciones: acelgas, calabaza, cebollas, nabos, patatas, lechugas o maíz. Asimismo, empezaremos a trasplantar el coliflor y el brócoli, cara a la siguiente estación.
Siempre es mejor prevenir
Debido a las altas temperaturas, es recomendable regar a primera o a última hora del día, para aprovechar más el agua. Si nos vamos de vacaciones, otra de las opciones para cuidar el riego es instalar un sistema de riego por goteo, riego localizado muy eficaz que nos permitirá una buena dosificación. Consistirá en una tubería en la que insertaremos los goteros que suministraran el agua gota a gota. Para mantener su correcto funcionamiento limpiaremos los tubos y cabezales para evitar obstrucciones, como los goteros, que las revisaremos cada mes. En cada estación deberemos de cambiar el ciclo del riego, según las necesidades de cada época.
Foto: Pulverizando lechugas con MATABI Evolution 16
Un buen acolchado también ayudará a mantener la humedad. Si no te ausentarás por mucho tiempo, un buen riego acompañado con un adecuado acolchado, puede ser suficiente. De este modo, evitaremos que la tierra se caliente en exceso, favoreciendo a las hortalizas y ahorrando agua, ya que evita la evaporación del riego.
Para intentar evitar plagas, deberíamos de mantener la mayor biodiversidad de cultivos posibles, para así crear asociaciones beneficiosas entre ellas y mantener los caminos del huerto en buen estado.