Febrero es un mes inestable meteorológicamente hablando. Aunque los días se vayan haciendo más largos, todavía tenemos bajas temperaturas con posibilidad de heladas. Como en Enero, proteger nuestros cultivos del frío será nuestra principal tarea.
Empezaremos a sembrar en semilleros protegidos puerros, acelgas o lechugas. Si queremos trasplantar las hortalizas de nuestros semilleros a la tierra, tendremos que disponer de un invernadero o algún tipo de protección, aunque no es recomendable todavía plantar directamente en tierra. Si lo piensas hacer, las mejores opciones son las zanahorias, nabos o rabanitos. Otra forma de protegerlos es con las telas térmicas, que protegen ante el viento sin impedir que circule el aire, dejan pasar el agua frenando la caída de la lluvia al ser semimpermeables y es una barrera para parásitos e insectos voladores. En definitiva, es una muy buena opción. Si sembramos cada 10-15 días, en el futuro tendremos cosechas escalonadas.
Si estamos en una zona cálida, puede ser suficiente la protección con un buen acolchado, todo dependerá de las temperaturas. Si vemos que el semillero se está quedando pequeño, podemos pasar el cultivo a un recipiente más grande.
Sera un buen momento para incluir las plantas aromáticas a nuestro huerto. Nos ayudaran a atraer polinizadores y repeler algunas plagas. Una opción puede ser cultivarlos en recipientes.
Si todavía no lo hemos hecho, tendremos que podar los árboles frutales y los rosales, antes de que se reactiven con el buen tiempo.
Tendremos cosecha de espinacas, escarolas, coles, berzas y habas entre otros.
Limpiaremos la huerta de malas hierbas y si no lo hemos hecho en enero, labraremos el terreno y le aportaremos un buen abono orgánico, por ejemplo, compost. También podremos fertilizarlo con las cenizas de la chimenea.
Si estamos en una zona templada y ha dejado de helar por las noches, podemos regar el césped. Lo abonaremos para que rebrote con fuerza.