En noviembre llegan las lluvias abundantes y el frío, descendiendo también las horas de luz. El huerto permanece bastante tranquilo, pero seguiremos teniendo trabajos importantes como la protección de los cultivos y el mantenimiento del huerto.
Podremos optar por diferentes técnicas a la hora de proteger nuestras hortalizas de las heladas. Una será el mulching o acolchado, que consiste en cubrir el suelo con materiales orgánicos como puede ser la paja, protegiendo del frío las raíces. Otra opción es colocar invernaderos, de este modo mantendremos nuestros cultivos a una temperatura al menos 5 grados superiores a la exterior. Tendremos que elegir el que se adapte mejor a nuestro huerto y controlar la ventilación, sobre todo durante los días más calurosos.
Disminuiremos los riegos, ya que tendremos agua de lluvia, pero deberemos de estar pendiente y asegurarnos que las hortalizas reciben el agua necesaria.
Quitaremos (si no lo hemos hecho antes) los cultivos de primavera-verano utilizándolo para el compost; sanearemos y abonaremos la tierra, añadiendo abono o compost y sacaremos por completo las adventicias. Cuando esté húmeda, la airearemos y descompactaremos. La tierra quedará lista para las hortalizas que cultivaremos más adelante.
Al sembrar las hortalizas de esta temporada (col, lechuga, berza, puerros, ajos…) intentaremos evitar hacerlo en los días más fríos. Aplicaremos este principio también a la hora de trasplantar, ya que las plantas todavía son pequeñas y vulnerables y podrían dañarse con las heladas. Por otro lado, tendremos cosecha para recoger, lo sembrado a finales de verano y principio de otoño, como lechugas, rúcula, zanahoria, acelgas o brócoli.
Las plagas nos darán un respiro, ya que los insectos no son muy amigos del frío. Pero deberemos de estar atentos a los hongos (mildiu, oídio…) y los caracoles, ya que se multiplican con la humedad.
Este momento de tranquilidad, podremos aprovechar para planificar bien los siguientes cultivos, para crear un ecosistema lo más regular posible, evitando así posibles plagas y enfermedades. Las plantas aromáticas son buenas aliadas para ello y ésta puede ser una buena época del año para plantarlas, por ejemplo, romero, tomillo y orégano.