Cada 31 de octubre, las calabazas talladas se convierten en protagonistas de muchos porches, atrios, escaparates y jardines de todo el mundo. Y este año tendremos que prescindir del divertido "truco o trato" que tanto caracteriza esta festividad pagana. Pero no dejemos que el #Covid cancele también la fantasiosa decoración de la noche de todos los muertos.
Antes de darte unos tips decorativos vamos a entrar un poco en los orígenes de Halloween. ¿A que no sabías que la verdura original que protagoniza la víspera del Día de todos los Santos es en realidad el nabo?
Stingy Jack y los nabos
Muchos de vosotros pensareis que se trata de una celebración de origen americano, pero en realidad la festividad de Halloween proviene de Irlanda y de la particular historia de un habitante llamado Jack O’Lantern.
Según cuenta la leyenda, Stingy Jack era un tramposo irlandés que siempre se salía con la suya. Eran tan conocidas sus trastadas que llegaban a compararlo con el mismísimo demonio y cuando estas habladurías llegaron a los oídos de Satán, él mismo decidió que ya era hora de llevarse a Jack al infierno.
Jack le pidió al diablo un último deseo antes de llevárselo para siempre, le pidió que le cogiera unas manzanas de un árbol muy alto y mientras así lo hacía, Jack dibujo un redondel lleno de crucifijos alrededor del árbol para que el demonio quedara atrapado en las alturas.
Es entonces cuando negoció con el demonio que nunca se llevaría su alma y que a cambio removería el círculo que había creado. El diablo aceptó.
Durante años Jack vivió tranquilo, pero nadie le prometió la inmortalidad y como a todos, a él también le llegó su hora. Stingy Jack tenía prohibida la entrada al cielo por lo miserable que había sido y tampoco podía entrar al infierno debido a la promesa que le hizo Satanás. Así que el irlandés no tenía a donde ir, tendría que vagar en la oscuridad para la eternidad y como no veía nada el diablo le proporciono una ascua con las llamas del infierno que Jack introdujo en un nabo agujereado.
Foto vía Wikipedia
A partir de ese día, Stingy Jack vagó por la tierra sin lugar de descanso iluminando su camino mientras iba con su “Jack O’Lantern”.
Entonces empezó la tradición de Halloween
Los pueblos celtas ahuecaban nabos y ponían carbón dentro, destinándolos en las tumbas para iluminar el camino a sus difuntos y protegerlos de los malos espíritus.
Cuando inmigrantes irlandeses llegaron a América siguieron con la tradición, pero al conocer la calabaza, vieron que era más grande y fácil de ahuecar y sustituyeron los nabos por calabazas.
En la FOTO - Berry 1.5
Crisantemos, Calabazas y Matabi
¿Qué te ha parecido este florero? En Matabi no nos gusta perder las tradiciones y este año a pesar de la pandemia hemos decidido decorar nuestras instalaciones con estos preciosos Crisantemos en calabazas que hemos tallado nosotros mismos y convertido en el perfecto jarrón para las flores de los muertos.
El crisantemo es una planta muy resistente, sin embargo, está expuesta a algunas enfermedades por lo que si quieres que te dure deberás prestarle algunos cuidados. Aquí van unos consejos:
- Aunque se adapta bien a casi cualquier tipo de suelo, es recomendable un suelo de pH neutro o ligeramente ácido. Y siempre debe mantenerse húmedo, sin estancamiento de agua porque las raíces no pueden soportar mucha humedad. Ayúdate de un pulverizador MATABI con agua, con atención a no mojar los capullos de las flores.
- Ayuda al crecimiento vegetativo y floración de los crisantemos pulverizando fertilizantes
- Los crisantemos si están en macetas, tienen que fertilizarse cada 10 días. Si están en huerta o campo es suficiente 2 veces al año.
- Los crisantemos de otoño, es aconsejable adelgazar la planta eliminando la parte menos vistosa y de los laterales de la planta.
- Si observas hojas secas y formación de pústulas rojo-anaranjadas, hay que intervenir con un producto a base de cobre para salvarla.
En MATABI tenemos las mejores herramientas para garantizar una pulverización óptima de tus Crisantemos, desde el Berry 1.5 a la gama de los Selecta y Trébol y los maravillosos pulverizadores eléctricos E1.
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